2008 (Primera edición con el seudónimo Gofredo Valle de Ricote)
Govert Westerveld
La Celestina: Lucena y Juan del Encina
Tomo II
Prólogo
El
libro perdido de Lucena. Tractado sobre la muerte de Don Diego de Azevedo
es una gran incógnita para los historiadores. No es precisamente un libro que
preocupa demasiado al investigador corriente, dado que Lucena escribió
solamente dos obras; un tratado sobre la Repetición de amores y otro
tratado sobre Arte de ajedrez. A partir del año 1497 perdemos
definitivamente las huellas de Lucena, ya que no se conocen más obras de él y
se pierde sus rastros.
Sin
embargo, en mi caso la situación es totalmente diferente. Después de haber
leído mucho sobre Lucena y su padre el protonotario, Juan Ramírez de Lucena, mi
intuición me dice que Fernando de Rojas no es otra persona que Lucena. Como
además estoy divulgando que Fernando de Rojas usó el seudónimo de Lucena, me
veo ahora moralmente obligado a decir
algo más sobre este libro perdido de Lucena. Lógicamente el simple hecho de
haber dicho que Lucena es el seudónimo de Fernando ya ha causado una fuerte
conmoción en el mundo académico. Evidentemente es algo muy difícil de digerir
para más de un historiador ahora que se
ha escrito más de 4000 artículos y libros en su conjunto sobre La Celestina.
El
tema de los autores de La Celestina es algo muy difícil de solucionar,
dado que los autores han dejado muy pocas pistas. Como la información que he
coleccionado es tan amplia me veo en la obligación de escribir varios libros
sobre el clan Lucena. Clan Lucena, puesto que el protonotario y su hijo
disponían de varias personas que les ayudaban a escribir esta magistral obra.
La
huella que nos dejó el hijo del protonotario es el libro que habla sobre Diego de Acevedo.
Lucena estudiaba en la universidad de Salamanca y dedicar una obra a Diego de
Acevedo puede implicar algo destacado. Seguramente la persona de Diego de
Acevedo era una persona importante en la vida de Lucena y así llegué a la
conclusión de que Lucena había estudiado probablemente al lado de Alonso III de
Fonseca y Ulloa (1476-1534), a la vez que su padre había tenido una gran
amistad con Alonso II de Fonseca también conocido como Alonso de Fonseca y
Acevedo. Este último era Arzobispo de Santiago (1469-1507) y también se conocía como el patriarca de
Alejandría.
En
1481 Alonso de Fonseca recibió la altísima dignidad de Presidente del Consejo
Real y en 1484 fue nombrado también presidente de la Chancillería de
Valladolid. Aparte de esto era miembro del Consejo Real de la Corte de
Castilla. Este hombre era, por lo tanto, un hombre con grandes responsabilidades
políticas y por su temperamento sería años más tarde la pesadilla de la Corte,
puesto que ni siquiera ante los Reyes se rendía. Lógicamente un amigo de tal calibre era de
mucho interés para el protonotario Lucena que había perdido su influencia en la
Corte de Castilla a consecuencia de un libelo en el año 1485, denunciando los
excesos del Santo Oficio.
En este libro demostraré
quién era realmente este Diego de Acevedo, a la vez que se confirma la amistad
entre Lucena y su padre el protonotario, Juan Ramírez de Lucena, con al
arzobispo Alonso de Fonseca II, Patriarca de Alejandría y Miembro del Consejo
Real. Por otro lado vemos en años posteriores que su hijo Alonso III de Fonseca
es partidario del alumbradismo, algo en línea con las ideas del clan Lucena.
He aprovechado en este
estudio cualquier punto de referencia. Es curioso y digno de ser reseñado el
hecho de que la Tercera Celestina (otros dicen Cuarta) de Sancho de
Muñón fue dedicada a un Diego de Acevedo. Estudiando este libro tengo serias dudas
de que efectivamente este libro fuese escrito por dicho autor. Creo más bien
que fue una obra entre Juan del Encina y Fernando de Rojas (Lucena). ¿Pero con
esta dedicatoria a Diego de Acevedo el autor se refería sentimentalmente a su
amigo fallecido en 1496 o se refirió a Diego de Acevedo, un hijo bastardo de
Alfonso III de Fonseca y Ulloa?
Las varias cartas que
figuran en esta obra de Tercera Celestina conocida también como Tragicomedia
de Lisandro y Roselia las he estudiado con profundidad. He llegado a la
suposición de que haya una carta escrita por Juan del Encina y otras por
Fernando de Rojas. Por indicación del profesor Ángel Alcalá de Nueva York
intenté aclarar los cuatro libros de las espantosas hazañas que el esforzado
Héctor hizo camino de Panonia de Héctor que el
autor de la obra de la Tercera Celestina había entregado a Juan de Junta para
ser impresos. Estas obras efectivamente fueron impresas, pero años después. Los
libros Primero y Segundo del valeroso e invencible Príncipe don Belianís de Grecia fueron impresos en Burgos en 1547 por Martín
Muñoz, cuyo rastro sospechosamente se perdió por completo. Los libros
Tercero y Cuarto fueron impresos en el año 1579. En ambos casos se trata
del autor Jerónimo Fernández, pero también dudo del nombre de este autor. Para
mí se trata más bien de unas obras escritas por Fernando de Rojas (Lucena). El
tiempo dirá como es la situación real.
Agradecimiento
Mis agradecimientos a mi buen
amigo Ángel Alcalá, profesor emérito del Brooklyn College (City University de Nueva York) por su
crítica constructiva y sugerencias a mejorar la obra. También quiero dar mis
gracias al historiador ajedrecístico, mi amigo José Antonio Garzón Roger por
sus aportaciones históricas en el tema de ajedrez. También su crítica y
sugerencias me han ayudado a reformar
diversos temas. Termino
con la aspiración de que, publicado el libro, cada lector se motive y saque sus
propias conclusiones, que probablemente pocas veces tengan que coincidir con
mis líneas de investigación. Ese es el juego que me gusta proponer y espero que
el lector, al igual que yo, considere la investigación de los Lucena como un
gran reto, necesario para aclarar definitivamente la verdad sobre los autores
de la Celestina.
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