2015 (Primera edición)
Govert Westerveld
Nuestro ídolo en Holanda:
El senegalés Baba Sy, campeón mundial del juego de las damas (1963-1964)
Tomo I
Mis
agradecimientos a Hanco Elenbaas, Fred Ivens, Jan de Ruiter y muchas otras personas.
A mi llorado maestro Ed Holstvoogd quien, a pesar de su grave enfermedad, sacó
fuerzas para enviarme textos y fotos. Mucho debo al Dr. Diego Rodríguez de
Francia, puesto que me facilitó muchísimas fotografías de Baba Sy en los campeonatos de
Francia, hablamos mucho por teléfono sobre Baba Sy a quien él ha conocido
personalmente junto con Michael Hisard. Espero no
olvidar a nadie por eso a todos ellos GRACIAS."
Govert Westerveld
Nuestro ídolo en Holanda:
El senegalés Baba Sy, campeón mundial del juego de las damas (1963-1964)
Tomo I
PRÓLOGO
He escrito este libro teniendo en mente a la juventud en los países de
Sud-América. Durante los años ochenta estuve obligado a viajar por semanas a
México y Brasil en búsqueda de materia prima para nuestra fábrica y he visto
con mis propios ojos la difícil vida de aquellos jóvenes.
Aquellos jóvenes vivían en una sociedad en la cual la mayoría de sus
familias se encontraban en extrema pobreza. Eran obligados a trabajar para
ayudar a su familia debido a la falta de recursos económicos. Claro está que
estas personas encontraban dificultades
para ascender en la escalera social, puesto que sin estudios era más
difícil que estas personas mejoraran sus condiciones de vida.
En estos casos el juego de las damas ha demostrado más de una vez ser
la solución para escapar de la pobreza. Una de las ventajas del juego de las
damas es que brinda contactos con personas de distintos niveles sociales. Además, abre muchas puertas a los buenos
jugadores y les permite encontrar ayuda inesperada.
Tanto las damas como el ajedrez ayudan a desarrollar confianza en nuestras propias
habilidades. Las estrategias que aprendemos en el juego de las damas pueden ser
aplicadas a los negocios para asegurar el éxito. Enseñé a jugar damas al hijo
de mi patrón holandés desde una edad temprana. Ahora, después de 40 años, me
confiesa que este juego le ha ayudado muchísimo en sus negocios. Emigró a Estados Unidos cuando era joven y su
negocio de flores está entre los mejores de ese país.
El juego de las damas nos enseña a adelantar jugadas y predecir
nuestras futuras visiones en los negocios. Aprendemos los pros y las contras de
una jugada, igual como en la vida comercial donde también tenemos que tomar
decisiones. Aprendemos a aplicar nuestro propio criterio y no el criterio del
grupo. La gran mayoría de las personas se dejan influenciar por la visión de
los demás. Tan es así que la decisión tomada para favorecer al grupo resulta
muchas veces ser errónea, todo esto por miedo a equivocarse, a sentirse
ridiculizado o a ser el elemento discrepante del grupo. En el juego de las
damas nadie te ayuda con tu próxima jugada, lo tienes que hacer tú y sólo tú
eres el único responsable de tus actos.
Gracias al juego de damas nunca me ha dado miedo expresar mi opinión
aunque sea totalmente opuesta al grupo.
Cuando todo el mundo estuvo contra mí con respecto a la fabricación de algún
producto seguí en solitario con mis ideas, con el tiempo me tuvieron que dar
razón y la empresa se convirtió en el número 1 del mundo. Dicho producto hoy en
día da de comer a muchas personas. Sin el aprendizaje del juego de damas nunca
pudiera haber obtenido esta perseverancia.
Las damas nos enseñan a luchar, cada punto cuenta. A veces una partida
dura más de seis horas en finalizar. De esta forma he sabido empatar e incluso
ganar en partidas que creía perdidas. Este afán de lucha y paciencia nos viene
muy bien al preparar un contrato comercial con nuestros clientes donde debemos
mostrarnos pacientes.
Viajar también es necesario cuando uno juega a las damas. Desde muy
joven tuve que viajar solo a Holanda para participar en campeonatos. De esta
forma aprendí a ser respetuoso con mis contrincantes y su forma de vivir. Desde
joven tuve contactos con turcos, italianos, españoles y otros más, celebramos
una fiesta cada sábado.
Este libro debe considerarse como un libro histórico, puesto que trata
la carrera damística de Baba Sy, un destacado jugador Senegalés. No por nada
consiguió ser el mejor del mundo y sin libros. Tenía un talento natural y un
hombre hecho a sí mismo gracias al juego de damas. También hablo aquí sobre mi
corta carrera damística en Holanda. En la que participé sólo tres de los cinco
años (1960-1965), ya que en 1965 con 18 años tomé la sabía decisión de no
seguir luchando por una carrera de jugador profesional de damas, sino que elegí
una carrera profesional en la exportación. Lo mismo hizo mi maestro Ed
Holstvoogd quien también abandonó la posibilidad de una carrera de jugador
profesional de damas y tuvo una brillante carrera económica.
Con 16 años sabía que tarde o temprano llegaría a ser un gran maestro
internacional de damas, pero el aspecto de saber idiomas y conocer gente fuera
de Holanda me interesaba mucho más que el juego en sí. Esto me permitió ponerme
en contacto con personas extranjeras y nuevos idiomas.
He sido testigo de las hazañas del gran Baba Sy y he estado en los
comienzos de grandes jugadores como Harm
Wiersma y Ton Sijbrands, sobre los cuales predije en 1964 que serían unos
futuros campeones mundiales. Por lo tanto sé la mentalidad que uno debe tener
para triunfar en este deporte.
Esta mentalidad no es nada menos que la creación de un espíritu
competitivo y el deseo de lograr metas. Las personas competitivas pueden
realizar un mayor número de ventas que sus compañeros, trabajan más horas,
estimulan ideas creativas y desarrollan productos y servicios de calidad. O
sea, el juego de damas te da un espíritu competitivo
y el deseo de siempre superarte a ti y a los demás. Nunca tienes suficiente,
necesitas ser mejor y no te rendirás hasta lograrlo. Actitudes que sin
duda convierte a las pequeñas empresas en empresas líderes en el sector. Al menos esto ha sido mi experiencia.
Mis 40 años de estancia en España y mis investigaciones sobre los
moriscos me permiten saber más de las costumbre islámicas. Y ahora me encuentro
en una situación mucho más favorable que hace 40 años para opinar adecuadamente
sobre la vida de Baba Sy.
Viendo mi experiencia con el juego de las damas y las ventajas que a
mí me ha causado, solamente puedo recomendar este juego a los jóvenes
sudamericanos en su afán de progresar adecuadamente en su vida social. El
camino es duro, pero no imposible y los beneficios de ser un buen jugador son
incalculables.
Agradecimiento
0 comments:
Post a Comment